La Diputación y el Ayuntamiento alcanzaron este acuerdo hace algo más de un mes. Todavía queda pendiente una reunión con la plataforma vecinal, según explican los mismos medios. Pero, en todo caso, ya han quedado «aclaradas» las líneas maestras de un proyecto que ha vuelto a dar «pasos adelante» después de que quedase enquistado hace unos ocho meses, cuando el Gobierno municipal (PNV) decidió paralizar los trabajos de reforma que la Diputación había comenzado en un caserío de su propiedad.
Entonces, el Ayuntamiento frenó en seco la construcción alegando unas supuestas deficiencias «técnicas». Por un lado, subrayó que los terrenos de Oihanberri -ubicados cerca de los chalés de Unbe y de la hípica de Laukiz- se encuentran catalogados para «uso deportivo». Además, aseguró que la constructora contratada por la Diputación había comenzado la reforma sin obtener las pertinentes licencias municipales. El Gobierno foral, por el contrario, defendía que lo que prevalece es la titularidad del terreno y que la licencia de obras se había concedido por silencio administrativo.
Con un aparente trasfondo urbanístico, detrás de esta polémica existe un asunto mucho más delicado: el rechazo vecinal a este tipo de equipamientos. En este contexto, el Ayuntamiento solicitó el pasado mes de mayo la mediación del Bizkai Buru Batzar (BBB). Lo hizo después de que en el municipio, que cuenta con una de las rentas más altas de Vizcaya, se comenzasen a escuchar protestas de muchos residentes, que no ocultaban su temor ante los conflictos que pueda generar el centro de menores. Un sentimiento de rechazo que se ha repetido en muchas localidades en las que se han proyectado equipamientos de estas características y que, precisamente, ha obligado al Departamento de Acción Social a reconvertir inmuebles de su propiedad. «Vamos allí donde podemos porque nadie nos quiere cerca», ha explicado en varias ocasiones el máximo responsable del área, Juan María Aburto.
Mediación del PNV
La mediación de la ejecutiva territorial fracasó y ambas partes anunciaron su intención de acudir a los tribunales. Pese al desencuentro, ambas instituciones reanudaron los contactos poco después de que se anunciase la judicialización del conflicto, con los ánimos «más calmados». En esta ocasión, los representantes de la Diputación, que mantuvieron en todo momento su intención de materializar el proyecto, pusieron una propuesta distinta sobre la mesa y, según fuentes municipales, manifestaron su intención de «consensuar» la iniciativa con los vecinos.
Los medios consultados en el Ayuntamiento aprecian un «cambio de actitud importante» en la institución foral, que ya ha incluido en el presupuesto de Acción Social para 2009 una dotación económica para la adecuación del centro de menores. En este sentido, ambas entidades ya han acordado los aspectos «técnicos» de un proyecto que podría utilizar además unas instalaciones ubicadas en Oihanberri para crear el centro de actividad, en el que, a falta de concretar los detalles del mismo, se enseñará a los chavales diversos trabajos relacionados con la jardinería, entre otras disciplinas.